La Verdadera Voluntad - El secreto de los deseos

Unos días más tarde, tuvieron otra vez una conversación muy importante.

Bastián le enseñó al león la inscripción del reverso del AURYN.
-¿Qué significa?- preguntó--. "HAZ LO QUE QUIERAS". Eso quiere decir que puedo hacer lo que me de la gana, ¿no crees?

El rostro del Graógraman pareció de pronto terriblemente serio y sus ojos comenzaron a arder.

-No- dijo con voz profunda y retumbante-. Quiere decir que debes hacer tu Verdadera Voluntad. Y no hay nada más difícil.

-¿Mi Verdadera Voluntad?- repitió Bastián impresionado-. ¿Qué es eso?
-Es tu secreto más profundo, que no conoces.
-¿Cómo puedo descubrirlo entonces?
-Siguiendo el camino de los deseos, de uno a otro, hasta llegar al último. Ese camino te conducirá a tu Verdadera Voluntad.
-No me parece muy difícil- opino Bastián.
-Es el más peligroso de todos los caminos- dijo el león.
-¿Por qué?- preguntó Bastián-. Yo no tengo miedo.
-No se trata de eso- retumbó Graógraman-. Ese camino exige la mayor autenticidad y atención porque en ningún otro es tan fácil perderse para siempre.
-¿Quieres decir que no siempre son buenos los deseos que se tienen?- trató de averiguar Bastián.
El león azotó con la cola la arena en que estaba echado. Agachó las orejas, frunció el hocico y sus ojos despideron fuego. Bastián involuntariamente cuando Graógraman, con una voz que hizo vibrar nuevamente el suelo, dijo:
-¡Qué sabes tú, lo que son los deseos! ¡Qué sabes tú lo que es o no bueno!

Bastián pensó mucho al día siguiente en todo lo que la Muerte Multicolor le había dicho. Sin embargo, muchas cosas no se pueden averiguar pensando hay que vivirlas. Y por eso sólo mucho más tarde, cuando había vivido mucho, recordó las palabras de Graógraman y empezó a comprenderlas.
 

.....

Todo inicia y termina con un Deseo. No es de extrañar que Freud comprendiera y señalara el papel decisivo que tienen en la vida anímica consciente –y más aún en la inconsciente– pues podríamos decir que el fundamento del Destino son los deseos mismos. Salud y enfermedad tendrían que ver con los deseos. Amor, odio, ternura, sensualidad, inteligencia, poder, creatividad, pasión, dolor, todo el espectro de la experiencia vendría como resultado de la movilización de deseos. Pero no es mi deseo entrar en terrenos psicoanalíticos, a los que no se debe entrar sin la debida preparación y apertura, de lo que se trata aquí es de resaltar lo que Graógraman dijo a Bastián: uno es lo que desea, pero si no sabemos quienes somos lo que deseamos puede resultar en una impostura, en un deseo de agradar a los demás, de ser aceptados y admirados y ahí nos podríamos perder para siempre porque ignorantes de nuestros deseos verdaderos deseos: los que responden a lo que somos en realidad, a nuestra verdad fundante, muchas veces olvidada y relegada por los demandas de la sociedad. De ahí viene la advertencia de Graógraman: ningún camino es más peligroso que el Camino de los Deseos, es el que exije la mayor fidelidad con uno mismo. Toda mentira, toda traición, todo rompimiento de promesas, toda falta de compromiso tendría su origen aquí, así como todo acto de heroísmo, de amor, de bondad, de creación. Menudo poder tienen los humanos y casi ninguno se da cuenta...

Y aun oigo esa canción que desde tiempos inmemoriables mis ancestros cantaban:

Mis deseos me han traido aquí.
A conocer, a saber de tí.
Deseo seguir conociéndote,
quiero seguir por este camino.

Alejandro de Andúnië Dixit